Reseña: Testimonio de una insurrección ciudadana – 2011.
Testimonio de una insurrección ciudadana
Este libro se ha escrito pensando en las generaciones presentes y en las que vendrán mañana, teniendo como fundamento los actuales acontecimientos y los hechos que se generaron en el pasado. En sus páginas encontrará el lector la sinceridad y la grandeza del espíritu en el actuar de cada nariñense al tomar partido frente al atropello de su dignidad, porque siente en lo más profundo de su ser el amor por el suelo nativo y porque cree además, como Cicerón, que “La patria chica tiene derecho a que nuestra alma, nuestro talento y nuestra razón le consagren sus mejores y mas nobles facultades”.
Es evidente que la indiferencia, la falta de nobleza y la injusticia en el tratamiento que los otros colombianos nos han endilgado a los colombianos que habitamos el Departamento de Nariño, han permitido que nuestro suelo nativo haya atravesado y esté atravesando tiempos muy tristes pese a lo cual el espíritu de la lucha de algunos ha logrado despertar conciencias dormidas para que cumplan el deber de mantener ardiente el culto y la devoción por la patria chica, grabando en nuestros pechos con amor la imagen de la bella ciudad de Pasto que al decir del poeta “ de sus entrañas somos pedazo”.
Más de cien años han transcurrido desde aquel día en que expresamente se lanzaron la primeras injurias y diatribas contra la ciudad de Pasto y sus habitantes, y desde aquel entonces nuestros hermanos colombianos que habitan allende el río Mayo no han cesado en proferir dislates y ocasionar atropellos a la dignidad del pastuso, a tal punto que el historiador Sergio Elías Ortiz en la presentación del libro “Crónicas de
Ahora, los motivos que perturban la mente de los nariñenses son de idéntica guisa, aunque los medios utilizados para consumar el oprobioso dislate y el consuetudinario desaire son diferentes, porque en esta oportunidad se trata de pedirle a las autoridades competentes las sanciones más severas para aquellas personas que mediante la presentación de programas de radio y televisión, insistan en exhibir una imagen distorsionada del hombre pastuso, a sabiendas de que se trata de una inconfundible ofensa de lesa humanidad.
El inconformismo y malestar ciudadanos inherentes a esta nueva situación, los ha encausado en buena hora un ciudadano que reúne excepcionales calidades humanas para constituirse en legítimo vocero de los sentimientos solidarios del pueblo pastuso, a través de recursos en las instancias judiciales, porque no se avizora otro camino para lograr que el hijo de estas tierras, cargadas de tradición y de historia, no continúe siendo el hazmerreír de gentes intonsas y dignas del menosprecio público. Se trata del docente Pablo Emilio Obando Acosta, periodista e investigador infatigable, quien con su gallarda y acertada actitud, ha tenido la suerte de aglutinar las mentes y los corazones al servicio de un objetivo común, como es la defensa, ahora y siempre, de la idiosincrasia del pueblo nariñense, en general, y de la comunidad pastusa en particular.
Estas páginas tienen, pues en la primera parte, el propósito de registrar el estado de rechazo y la exacerbación que ha generado en todos los sectores sociales de Nariño, sin distingos de ninguna clase, tanto a nivel regional como nacional, esa especie de oleada de antipastusismo que se deja sentir en nuestro medio con inusitada frecuencia, con la utilización de chistes y apuntes de mal gusto que han debido ser recogidos hace mucho tiempo de ámbito de nuestras relaciones personales y eliminados de la faz amable de Colombia, como resultado del flaco servicio que con esas prácticas insanas se esta prestando a la idea de la completa integración nacional.
Del mismo modo el lector podrá conocer en esta primera parte tres momentos de la historia nariñense en los que nuestros hermanos colombianos aprovecharon la oportunidad para lanzarnos el insulto procaz, profiriendo las infamias más duras contra nuestro pueblo y contra nuestro suelo al punto que el nariñense (pastuso) de entonces sentía temor de confesar su origen.
La segunda parte del libro la dedicamos al estudio del humor mediante la trascripción de escritos reconocidos polígrafos nariñenses quienes analizan científicamente la historia, las causas, las connotaciones culturales, el contenido y la repercusión intelectual del chiste. La calidad de cada uno de estos escritos fruto del estudio de experimentados analistas nos permite comprender mejor el humor como una calidad y una virtud de seres privilegiados que difícilmente nacen en el mundo.
Encuadra muy bien en esta segunda sección de la obra los estudios que sobre el carácter del pueblo nariñense, su índole, su idiosincrasia, sus defectos, sus calidades y sus ambiciones, sus aspiraciones y sus temores, han realizado eminentes humanistas quienes en excelsas páginas le entregan al lector la mejor visión del estereotipo del hombre nariñense, páginas que constituyen la mejor y más grande alabanza del hermoso Departamento de Nariño y de su pueblo, el más leal y el más fiel en todas las causas en que se ha empeñado nuestro país.
Así las cosas agradecemos la valiosa cooperación que para la conformación de este libro nos ha sido brindada por un selecto grupo de nariñenses así como de personas que sin ser oriundas del sur de la nación, han querido demostrar de alguna manera su inconformidad y discrepancia con aquellos colombianos que sin conocer la peculiaridad del pastuso se han encargado de denostar de su dignidad, de su nobleza y de su profundo amor por la patria colombiana.